lunes, 24 de octubre de 2016

La historia de Esparta

Esparta (Dórico Σπάρτα; Ático Σπάρτη Spártē), o Lacedemonia (en griego Λακεδαιμονία), era una polis (ciudad estado) de laAntigua Grecia situada en la península del Peloponeso a orillas del río Eurotas.1 Fue la capital de Laconia y una de las polisgriegas más importantes junto con Atenas y Tebas. Esparta surgió como una entidad política en siglo X a. C., cuando los invasores dorios subyugaron a la población local. Hacia el 650 a. C. la ciudad ya era una potencia militar en el conjunto de la Antigua Grecia.
Gracias a su poderío militar, Esparta fue una de las ciudades que lideraron a los aliados griegos durante las Guerras Médicas en la primera mitad del siglo V a. C.2 Entre el 431 y el 404 a. C. Esparta fue la rival de Atenas en la Guerra del Peloponeso,3 de la que salió victoriosa pagando un alto coste. La derrota de los espartanos ante la ciudad de Tebas en la batalla de Leuctra librada en el 371 a. C. marcó el final de su hegemonía, aunque mantuvo su independencia política hasta la conquista romana de Greciaen el 146 a. C. Entonces comenzó para la ciudad un largo período de declive que tocó fondo en la Edad Media, cuando los espartanos se trasladaron a Mistrá. La moderna Esparta es la capital de la unidad periférica griega de Laconia y el centro de una zona que vive de la agricultura.
Esparta fue una ciudad única en la Antigua Grecia por su sistema social y su constitución, que estaban completamente centrados en la formación y la excelencia militar. Sus habitantes estaban clasificados en varios estatus: homoioi —gozaban de todos los derechos—, motaz —nacidos fuera de la ciudad pero criados como espartanos—, periecos —libertos— e ilotas —siervos—. Los hómoioi recibían una rigurosa educación espartana —agogé— centrada en la guerra, gracias a la cual las falanges espartanas eran consideradas las mejores en batalla. Las mujeres espartanas gozaron de más derechos e igualdad con los hombres que en ningún otro lugar del mundo de la antigüedad clásica.
Aunque Esparta nunca llegó a tener tantos habitantes como Atenas4 y en la actualidad sólo quedan ruinas de la antigua polis, su idiosincrasia fascinaba incluso a sus coetáneos y la admiración por la cultura lacónica ha pervivido hasta la actualidad.

domingo, 23 de octubre de 2016

La historia de Atenas

La historia de Atenas representa comportamiento ético-cívico que ha llegado hasta nuestros días mediante las escrituras de esta época, también representa el origen de la historia de las ciudades europeas y de la Europa actual. Su población ha habitado continuamente esa región durante más de 3000 años. Fue la ciudad principal de la antigua Grecia durante el primer milenio a. C.La culminación de su larga y fascinante historia llegó en el siglo V a. C., bajo el arcontado de Pericles (llamado Siglo de Pericles), cuando sus valores y su civilización se extendieron más allá de los límites geográficos de la ciudad y se hicieron universales. El pensamiento político, el teatro, las artes, la filosofía, la ciencia, la arquitectura y tantos otros aspectos del pensamiento llegaron a su épico apogeo en una coincidencia temporal ; con una plenitud intelectual únicas en la historia de la humanidad. Se caracteriza por ser uno de los centros tanto intelectuales como religiosos (junto con Olimpia), ya que aquí se encuentran ubicados el Templo de Hefesto (también llamado Hefestion), el Partenón (templo dedicado a Atenea) y el Templo de Zeus Olímpico o El Olimpeión que fue el mayor templo de Grecia (actualmente está en ruinas).

La historia de la anitgua Grecia

La civilización helénica de la Grecia antigua se extendió por la Península Balcánica, las islas del mar Egeo y las costas de la península de Anatolia, en la actual Turquía, constituyendo la llamada Hélade. La civilización helénica o griega tiene su origen en las culturas cretense y micénica.
Área de expansión cultural minoicaHacia el 2700 a.C. se desarrolló en la isla de Creta una rica y floreciente cultura comercial perteneciente a la Edad del Bronce. Esta cultura recibe el nombre de minoica o cretense. En torno al año 1600 a.C., los aqueos, un pueblo de habla griega y de origen indoeuropeo, irrumpieron en el territorio de la Grecia continental, estableciéndose en el extremo noreste de la península del Peloponeso. Este pueblo llegó a dominar a los cretenses. Su ciudad más importante fue Micenas.
Hacia el año 1200 a.C., otro pueblo de origen griego, los dorios, que utilizaban armas de hierro, se apoderaron de Grecia derrotando a los micenios. La guerra de Troya, descrita por Homero en la Iliada, fue, probablemente, uno de los conflictos bélicos que tuvieron relación con esta invasión. Esparta y Corinto se transformaron en las principales ciudades dóricas. Con los dorios empezó un período de retroceso cultural que se conoce con el nombre de Edad oscura.
Después de la conquista de los dorios, la vida en toda Grecia descendió a un nivel muy primitivo, y así se mantuvo durante varios cientos de años. Sin embargo, desde el siglo VIII y hasta el siglo VI a.C., período que se conoce como época arcaica, Grecia desarrolló y culminó una gran recuperación política, económica y cultural.Ligas de Atenas y Esparta
Tal recuperación fue posible gracias a la organización en ciudades Estado (polis) y a la fundación de colonias en las costas de Asia Menor y del mar Negro, en Sicilia, en el sur de Italia, en el sur de Francia y en el levante español.
Las nuevas colonias se convirtieron en polis políticamente independientes de la metrópoli (polis madre), pero mantuvieron estrechos vínculos religiosos, económicos y culturales. Estas colonias fueron uno de los factores del desarrollo económico de Grecia en este período.
Los siglos V y IV a.C. corresponden al apogeo de las grandes ciudades estado independientes, entre las que destacan las polis de Atenas y Esparta.
Cada uno de estos grandes estados absorbió a sus débiles vecinos en una liga o confederación dirigida bajo su control. Esparta, estado militarizado y aristocrático, estableció su poder a base de conquistas y gobernó sus estados súbditos con un control muy estricto. La unificación del Ática, por el contrario, se realizó de forma pacífica y de mutuo acuerdo bajo la dirección de Atenas.
PericlesAl principio del período, los griegos se unieron para derrotar a los temidos persas en las llamadas guerras médicas. Tras la victoria, Atenas se convirtió en la potencia hegemónica de la Liga de Delos, alianza que se había formado para defenderse de los persas. En política interior los atenienses consolidaron el sistema político conocido con el nombre de democracia, gobierno del pueblo, y en política exterior se convirtieron en la gran potencia político-militar de la Hélade, lo que les acarreó gran número enemigos. Este periodo es denominado como la 'Edad de Oro de Atenas', o 'Siglo dePericles' en honor al gobernante que llevó a Atenas a su máximo esplendor.
Durante el mandato de Pericles se construyeron el Partenón, el Erecteion y otros grandes edificios. El teatro griego alcanzó su máxima expresión con las obras trágicas de autores como EsquiloSófocles y Eurípides, y el autor de comedias AristófanesTucídides y Heródoto fueron famosos historiadores, y el filósofoSócrates fue otra figura de la Atenas de Pericles quien hizo de la ciudad un centro artístico y cultural sin rival.Filipo II de Macedonia
Las diferencias entre Atenas y Esparta desembocaron en la destructora guerra del Peloponeso, en la que participaron casi todos los griegos unidos a uno u otro bando. La guerra duró hasta el 404 a.C. y acabó con la derrota de los atenienses y el establecimiento de la hegemonía espartana sobre Grecia.
Alejandro MagnoAprovechando la confusión y debilidad de los contendientes en las Guerras del Peloponeso, el rey Filipo II deMacedonia convirtió su reino en la nueva potencia de la Hélade. Macedonia no estaba desgastada por las luchas y disponía de recursos naturales (cereales, oro y madera). La batalla de Queronea (338 a.C.) le permitió anexionarse Atenas y Tebas. Tras la muerte de Filipo II, su hijo Alejandro Magno, conquistó Persia y dirigió sus ejércitos hacia Egipto y la India, formando un gran imperio.
Tras su muerte en Babilonia (323 a.C.) sus generales se repartieron sus posesiones. Con Alejandro desaparecía el antiguo poder de los griegos, pero no su cultura que, fusionada con la oriental, dio origen al mundo helenístico.